La traducción certificada es un servicio para personas y organizaciones que buscan validar la autenticidad de documentos en idiomas extranjeros ante instancias legales o administrativas. Esta forma de traducción trasciende una simple conversión lingüística, asume un papel jurídico y formal.
Una traducción legal es una traducción certificada conforme al original por un sello y una firma del traductor matriculado ante la Corte Suprema de Justicia. Este último es un experto judicial, avalado por un tribunal de justicia en algunos países y/o en el extranjero. Los servicios de traducción certificada están reconocidos y aceptados por las administraciones nacionales y extranjeras, sujeto a ciertos trámites como la certificación, la legalización o la apostilla de la firma del traductor.
Este tipo de traducción es indispensable para documentos oficiales como escrituras de estado civil, diplomas, permisos de conducir, extractos, estatutos, contratos, etc. A menudo se requieren en el marco de trámites administrativos o legales como una solicitud de visado, matrimonio, divorcio, naturalización, adopción, sucesión, juicio, etc
Optar por una traducción certificada es un enfoque sensato cuando se trata de garantizar la exactitud y legalidad de los documentos traducidos, especialmente en situaciones oficiales.
En una de las principales ventajas de una traducción certificada es que garantiza la fidelidad y precisión de la traducción en comparación con el original, al tiempo que da fe de la identidad y la competencia del traductor. Esta forma de traducción es imprescindible para los documentos que tienen valor jurídico o que deben presentarse ante autoridades oficiales. La aplicación de la traducción certificadas se extiende a diversos ámbitos como el derecho, la educación, la inmigración, el comercio, entre otros.
La necesidad de hacer una traducción certificada se manifiesta en varios pasos, como:
Solicitud de visado: para verificar la autenticidad de los documentos proporcionados.
Inscripción en una institución educativa extranjera: para validar diplomas y expedientes académicos.
Procedimientos legales transfronterizos: para garantizar que todos los documentos legales se interpreten correctamente y sean aceptados por los tribunales.
Transacciones comerciales internacionales: para garantizar la claridad y el cumplimiento de los contratos y acuerdos.
El precio de una traducción certificada difiere claramente del de una traducción simple, debido a las especificidades y trámites que implica. Para un presupuesto preciso envianos tu archivo. 🙂
El precio de una traducción certificada está definido por varios criterios como:
El par de idiomas: Los idiomas más comunes, como el inglés, el español o el alemán, suelen ser menos costosos en comparación con idiomas menos comunes como el árabe, el chino o el ruso.
El tipo y la complejidad del documento: Los documentos técnicos como los del ámbito jurídico, médico o financiero requieren más investigación y trabajo terminológico, lo que hace que su traducción sea más cara en comparación con los documentos personales o administrativos.
Volumen y formato del documento: Los documentos largos, escaneados o manuscritos pueden ser más caros de traducir en comparación con los documentos electrónicos o editables.
El plazo y la disponibilidad del traductor: Un plazo de entrega corto puede inducir un coste adicional, dependiendo de la carga de trabajo y el horario del traductor.
Las tarifas de un traductor matriculado pueden variar según su experiencia, reputación y especialización. Se pueden calcular de varias maneras, entre ellas:
Por palabra
Por línea
Por página: En Contexto utilizamos este método mayormente, pero habrán casos en donde se podría evaluar de otra manera.